En plena era digital, son pocas las empresas que aún no hayan integrado en alguno de sus procesos algo de tecnología. Existen soluciones en el mercado para dotar a los negocios, sea cual sea su sector, tamaño o alcance, de los recursos necesarios para dar ese salto. Dicho de otra manera, el mundo digital y la tecnología se abren camino allá donde hay un problema o necesidad que los procesos tradicionales no cubren. Sin embargo, no todas las empresas pueden afrontar los riesgos, principalmente financieros, que supone esa transformación en determinados negocios.
En esta situación se encuentra el sector industrial, que actualmente ya cuenta con otros frentes abiertos a los que dedica grandes esfuerzos, en todos los sentidos: el mayor número de competidores en todo el mundo, el aumento de los costes energéticos, la dificultad para la obtención de materias primas o la capacidad de atracción y gestión del talento dentro de la empresa son solo algunos de ellos.
A todas las industrias les ha salido un aliado perfecto para combatir estos y otros inconvenientes: la robótica. Lejos de la imagen que la cultura popular ha impregnado en nuestras retinas, los robots son, en el año 2022, herramientas de trabajo que complementan, mejoran y simplifican numerosos procesos productivos en todo tipo de empresas, desde pequeños talleres a enormes plantas industriales.
Democratizar la robótica industrial
Con el objetivo de impulsar la llamada ‘cuarta revolución industrial’, protagonizada por la automatización y robotización de procedimientos, ha nacido RAAS Fintech Solutions, una compañía con capital 100% cántabro y sede en Torrelavega. Su misión es democratizar el acceso a esa tecnología a todo el sector industrial en España.
RAAS funciona en un ecosistema único, resultante de la suma de diferentes actores que antes funcionaban de manera independiente y estanca: consultoría técnica, ingeniería, financiación, mantenimiento y explotación. Esta ‘fintech’ cántabra, que lleva operando varios meses y cuenta con diferentes proyectos en estudio y ejecución, ofrece soluciones ‘as a service’ para acometer proyectos de automatización y robótica en todo el tejido industrial, sin que esas empresas tengan que realizar inversiones iniciales. En su lugar, los clientes de RAAS solo pagan por el servicio prestado en una única cuota mensual.
En palabras de Ricardo Vela, director ejecutivo de la compañía, “RAAS asume el riesgo tecnológico y financiero de incorporar un proyecto de robótica industrial, para que el cliente pueda centrarse en su negocio”. Para ello, han establecido un recorrido común para optimizar su participación en este tipo de proyectos de la manera más competitiva posible.
Todos los servicios incluidos
“Todo comienza con la identificación del proyecto, que suele venir de la mano de una empresa o departamento de ingeniería”, señala Vela. Tras validar su viabilidad técnica, RAAS realiza un estudio de viabilidad económica de la empresa, para configurar así un modelo o solución de pago por uso en lo que, sin la existencia de RAAS, hubiera supuesto una propuesta de inversión sin un horizonte claro de rentabilidad. La puesta en marcha del proyecto incluye la compra, instalación y programación del robot o maquinaria en las instalaciones del cliente, sin que haya tenido que desembolsar ningún gasto. A partir de ese momento, y durante un período medio de cinco años, RAAS también se responsabiliza de mantener operativa y en perfecto estado toda la instalación, con la ayuda de una plataforma propia para la monitorización y control del sistema, a la que accede personal propio de la empresa cliente. Según Ricardo Vela, “RAAS hace partícipe a la empresa y a sus equipos de trabajo de todo el proyecto, para que lo sientan propio desde el minuto cero”.
Además de con su capacidad técnica y financiera, RAAS aporta en cada proyecto su experiencia en el análisis de datos para la optimización de toda la solución. Lo hace con una plataforma online que integra las últimas tecnologías y herramientas digitales: IoT (para la interconexión de los equipos), GMAO (para la gestión integral del mantenimiento), Kanban (para garantizar la trazabilidad y comunicación entre las personas) y ‘machine learning’ a través de inteligencia artificial (para generar modelos y patrones que mejoren los procesos a medio y largo plazo). “Incluimos una capa totalmente innovadora en nuestro servicio, como valor diferencial, pero sobre todo como una ayuda útil para las personas”, destaca el director ejecutivo de RAAS.
Ventajas más sostenibles
Entre las principales ventajas de este planteamiento, comunes a cualquier instalación robotizada, se encuentran el aumento de la eficiencia y la productividad, la posibilidad de aumentar la producción al reducir los tiempos de ciclo, la flexibilización de la producción o la reducción de la siniestralidad laboral, dedicando los recursos humanos existentes a tareas más productivas y menos lesivas, por ejemplo. La ventaja diferencial de apostar por esta ‘cuarta revolución industrial’ en asociación con RAAS es, además, el control, estabilidad y ahorro de costes desde el primer momento: sin inversión inicial, sin avales ni garantías, sin computar como pasivo en el balance económico, y pudiendo obtener ventajas fiscales al tratarse de un servicio cuantificado en cuotas. Así, RAAS ayuda a las empresas a ser más sostenibles, tanto en lo productivo como en lo económico y humano.
Caso de éxito en C-Meet
Aunque la empresa ya lleva en marcha unos meses, su presentación en sociedad se realizará en el contexto de C-Meet, el encuentro empresarial sobre transformación digital e Industria 4.0 organizado por CEOE-CEPYME Cantabria. Bajo el título ‘Nuevo modelo de Fintech: Robot as a Service’, RAAS expondrá su solución para empresas del sector industrial que busquen avanzar en este medio, poniendo el foco en uno de sus casos de éxito en una empresa vasca del sector de la madera, que ya cuenta con una solución implantada por la compañía cántabra y que aporta, en términos económicos, ahorros superiores al 25% en su primera fase, y que podrán alcanzar el 85% a medio plazo.